Antonio Ledezma llegó a Madrid para dedicar su vida a la libertad de Venezuela
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En Cúcuta, capital del departamento Norte de Santander, ofreció los primeros detalles. Fueron 840 kilómetros de ruta que logró logró recorrer, en parte, por la ayuda de miembros de las Fuerzas Militares, la Guardia Nacional y la Policía de Venezuela. Es la parte del relato que más ha conmocionado en el Palacio de Miraflores a Nicolás Maduro y a los mandos de la inteligencia de Cuba que le protegen y asesoran.
“Mi travesía no es una hazaña, es un esfuerzo en el que colaboró demasiada gente. Desde el guardia nacional que me reconoció y me picó el ojo, o desde los militares que me ayudaron, que muchos creen que son todos incondicionales a Maduro, pero varios de ellos sienten vergüenza de no defender sus presillas como les corresponde.De estudiantes, de gente que me dio información oportuna, que me alertaron y hasta me convencieron de dar este paso no solo para seguir luchando, ahora en el exilio, sino para salvaguardar mi vida en peligro”, afirmó Antonio Ledezma en una de las dos conferencias de prensa que ofreció tras pisar territorio colombiano y antes de viajar a Madrid.
El primer encuentro con los medios fue en Cúcuta. El segundo en el Puente Aéreo de Bogotá a donde llegó a bordo de un vuelo chárter de la compañía Searca.
Relató que pasar por más de 29 puestos de control de las autoridades “fue una travesía peliculesca”. También pidió ayuda a Colombia, tras la huída de magistrados y la exfiscal general Luisa Ortega Díaz.
“Mi voz se une a la coral de voces de venezolanos que han pedido auxilio de Colombia. Todos estos micrófonos han sido la garganta amplificada de una ciudadanía que padece el ahogamiento y la asfixia de la necesidad de transmitir lo que nosotros padecemos en un pueblo hermano de ustedes”, afirmó.
“Dios es muy grande. Les pido comprensión a mi esposa y a mis hijas que han sufrido mucho porque han tenido horas de angustia sin saber en dónde estaba, porque esto lo consulté solo con mi conciencia”, dijo emocionado.
Pidió “mantener las banderas que significan la dignidad de un pueblo que ha perdido la comida, el efectivo y no tiene dinero ni para comprar una empanada, pero que no pierde el decoro. Esa es la gran virtud que hoy adorna al pueblo venezolano”, fueron palabras emocionantes.
Antes de viajar a España, reflejó en su rostro la huella de al angustia en su largo viaje a la frontera, y de los más de 1.000 días preso a la espera de la apertura de un juicio que nunca llegaba.
Antonio Ledezma confirmó que habló por teléfono con el presidente Juan Manuel Santos.
“Agradezco al presidente Santos quien amablemente me hizo una llamada telefónica. Había la posibilidad de reunirnos, pero yo tengo que salir para Europa”, afirmó.
Hizo una importante precisión. Dijo que señaló a Juan Manuel Santos sus reparos al diálogo previsto en diciembre en República Dominicana entre oposición y oficialismo, por considerarlo una “parodia”.
Confirmó que huyó de Caracas porque militares y miembros de la Inteligencia venezolana le informaron de un supuesto “plan” de Nicolás Maduro en su contra. "Yo no quiero ser rehén de una tiranía, que me usen para doblegar una oposición", afirmó.
Al llegar a Madrid, a primera hora de este sábado 18, aportó nuevos detalles en su tercera conferencia de prensa.
Se supo el marco en que todo se desarrolló. Bajo arresto domiciliario, le tocaban cada día dos veces a la puerta. A las ocho de la mañana y las ocho de la tarde.
Le sacaban una foto, estampaban sus huellas en una cartilla y regresaban 12 horas más tarde. Sin embargo el control nocturno se dejó de hacer. El jueves 16, tras planearlo durante tres días, cumplió el primer pase del control. Y luego, con sigilo, comenzó la odisea de su viaje por carretera hasta Colombia.
Al llegar a Madrid, hizo la primera puntualización al ser preguntado sobre su fuga. "Los presos políticos no se fugan, se liberan a sí mismos", señaló.
"Venezuela no es que esté al borde del abismo, es que está ya en el abismo", destacó también con énfasis.
"En este viaje por carretera que hice hasta la frontera de Colombia vi a mujeres y niños rebuscando en la basura. Es un crimen que eso pase en uno de los países más ricos en petróleo del mundo", relató con dolor tras su largo viaje a la libertad de Caracas a Cúcuta, Bogota y Madrid. Colocar la libertad de Venezuela en el centro de su vida es desde ahora toda la prioridad de sus acciones.
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