Trump en caída libre, Londres no quiere su visita y el embajador en China
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La popularidad de Donald Trump sigue cuesta abajo y sin freno. Según una encuesta de Gallup, sólo el 36% de los electores le respalda. El pasado 11 marzo, el apoyo al presidente todavía ascendía al 45%, de ahí en adelante comenzó la caída libre. Casi dos tercios de los habitantes de Estados Unidos están disconformes con su presidente. En junio de 2009, Barack Obama contaba con el respaldo del 61% de la población, en junio de 2001, George W. Bush con el 55%.
El último en darle la espalda, este martes, ha sido el embajador en funciones de Estados Unidos en China, David Rank, quien renunció a su cargo por la decisión de la Casa Blanca de abandonar el Acuerdo de París sobre el cambio climático. Rank, fue nombrado en enero de 2016 como número dos de la misión diplomática en China, y tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca en enero de este año ejerció como embajador en funciones.
Cierto es que a Rank no le quedaba mucho en el cargo, ya que el nuevo embajador, el ex gobernador de Iowa Terry Branstad, asumirá a finales de este mismo mes tras ser confirmado recientemente por el Congreso.
En Londres tampoco se le aprecia mucho, como dejó claro este martes el alcalde Sadiq Khan, quien propuso "no ponerle la alfombra roja" a un presidente cuyas convicciones "van en contra de todo lo que defendemos". Y todo ello tras un "desencuentro" en Twitter en la noche de los últimos atentados vividos en Londres.
Trump se mofó de un mensaje enviado por el alcalde a los londinenses para que no se "alarmaran" ante la mayor presencia policial. Khan replicó entonces que estaba ocupado y que tenía "cosas mejores que hacer que responder a un tuit desinformado" que sacaba "deliberadamente de contexto" sus declaraciones. Trump no dio por zanjado el tema y tildó esa respuesta de "patética excusa".
Trump tiene prevista una visita oficial al Reino Unido hacia finales de año y el ministro británico de Asuntos Exteriores, Boris Johnson, ha intervenido en la polémica diciendo que "no ve ningún motivo" para cancelar el viaje.
Trump tiene abiertos frentes dentro y fuera de Estados Unidos, sobre todo después de su salida de los Acuerdos de París que gran parte de sus propios ciudadanos no comparten. Según el Washington Post, el 62% de los estadounidenses creen que es mentira que la salida sea buena para Estados Unidos. Entre los republicanos, el 25% no está de acuerdo con Trump en este asunto y entre los demócratas rechazan la decisión el 92%.
El último en darle la espalda, este martes, ha sido el embajador en funciones de Estados Unidos en China, David Rank, quien renunció a su cargo por la decisión de la Casa Blanca de abandonar el Acuerdo de París sobre el cambio climático. Rank, fue nombrado en enero de 2016 como número dos de la misión diplomática en China, y tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca en enero de este año ejerció como embajador en funciones.
Cierto es que a Rank no le quedaba mucho en el cargo, ya que el nuevo embajador, el ex gobernador de Iowa Terry Branstad, asumirá a finales de este mismo mes tras ser confirmado recientemente por el Congreso.
En Londres tampoco se le aprecia mucho, como dejó claro este martes el alcalde Sadiq Khan, quien propuso "no ponerle la alfombra roja" a un presidente cuyas convicciones "van en contra de todo lo que defendemos". Y todo ello tras un "desencuentro" en Twitter en la noche de los últimos atentados vividos en Londres.
Trump se mofó de un mensaje enviado por el alcalde a los londinenses para que no se "alarmaran" ante la mayor presencia policial. Khan replicó entonces que estaba ocupado y que tenía "cosas mejores que hacer que responder a un tuit desinformado" que sacaba "deliberadamente de contexto" sus declaraciones. Trump no dio por zanjado el tema y tildó esa respuesta de "patética excusa".
Trump tiene prevista una visita oficial al Reino Unido hacia finales de año y el ministro británico de Asuntos Exteriores, Boris Johnson, ha intervenido en la polémica diciendo que "no ve ningún motivo" para cancelar el viaje.
Trump tiene abiertos frentes dentro y fuera de Estados Unidos, sobre todo después de su salida de los Acuerdos de París que gran parte de sus propios ciudadanos no comparten. Según el Washington Post, el 62% de los estadounidenses creen que es mentira que la salida sea buena para Estados Unidos. Entre los republicanos, el 25% no está de acuerdo con Trump en este asunto y entre los demócratas rechazan la decisión el 92%.
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