Shutdown, la mayor y más humillante derrota de Donald Trump
Compartir en:
Justo en el primer aniversario de su investidura como presidente de los Estados Unidos, Donald Trump obtuvo lo que ha sembrado. Vientos de tempestades, confrontación y desprecios. Es una derrota personal con un único responsable.
Aparentemente, según el último control médico, el presidente está en perfectas condiciones mentales y su salud es impecable. Pero ha mostrado nula capacidad para tejer acuerdos partidistas entre el Partido Republicano y el Partido Demócrata. Ha sido, y es aún, una presidencia contra Barack Obama, llena de rencor y con afán de deshacer todo lo que se logró.
El cierre parcial de la Administración (Shutdown) se precipitó por la falta de acuerdo en el Senado sobre la inmigración. Los demócratas votaron contra la prórroga de fondos federales. Donald Trump exigía la financiación para el muro con México a cambio de evitar la posible deportación de 700.000 dreamers (soñadores). La negociación está abierta.
Donald Trump logró el hito de ser el primer presidente en asistir al cierre de su Administración pese a tener el control del Congreso. "Él ha sido el culpable de que no haya acuerdo; no su partido", sentenció el líder demócrata, Chuck Schumer. Es la primera vez que esta situación se produce con un partido, en este caso el Partido Republicano, controlando tanto el Congreso, como el Senado y la Casa Blanca.
La última vez que la Administración de Estados Unidos tuvo que cerrar por falta de fondos fue en octubre de 2013, con Barack Obama en la presidencia. El cierre se prolongó durante dieciséis días. La principal discrepancia se centra en el DACA, el programa destinado a los jóvenes inmigrantes que la Administración de Donald Trump solo apoyará a cambio de más seguridad fronteriza.
La Cámara de Representantes le había dado el visto bueno a una prórroga que dotaba de financiación al Gobierno solo hasta el 16 de febrero. Para aprobar esa extensión del presupuesto en el Senado los republicanos precisaban de, por lo menos, 60 votos (tienen una mayoría de 51). La votación sobre la prórroga presupuestaria ha acabado con una insuficiente victoria republicana (50-48).
Por este motivo necesitaban a los demócratas, quienes habían condicionado su apoyo a que Donald Trump y los republicanos dieran una solución a los dreamers, los inmigrantes indocumentados que llegaron al país siendo menores de edad. A su vez, Donald Trump pidió al Congreso 18.000 millones de dólares para ampliar el muro con México, rechazado de plano por los demócratas.
Washington, bajo un ambiente de división profundo. Con un presidente incapaz por ahora de abrir una senda de diálogo y de consensos.
Aparentemente, según el último control médico, el presidente está en perfectas condiciones mentales y su salud es impecable. Pero ha mostrado nula capacidad para tejer acuerdos partidistas entre el Partido Republicano y el Partido Demócrata. Ha sido, y es aún, una presidencia contra Barack Obama, llena de rencor y con afán de deshacer todo lo que se logró.
El cierre parcial de la Administración (Shutdown) se precipitó por la falta de acuerdo en el Senado sobre la inmigración. Los demócratas votaron contra la prórroga de fondos federales. Donald Trump exigía la financiación para el muro con México a cambio de evitar la posible deportación de 700.000 dreamers (soñadores). La negociación está abierta.
Donald Trump logró el hito de ser el primer presidente en asistir al cierre de su Administración pese a tener el control del Congreso. "Él ha sido el culpable de que no haya acuerdo; no su partido", sentenció el líder demócrata, Chuck Schumer. Es la primera vez que esta situación se produce con un partido, en este caso el Partido Republicano, controlando tanto el Congreso, como el Senado y la Casa Blanca.
La última vez que la Administración de Estados Unidos tuvo que cerrar por falta de fondos fue en octubre de 2013, con Barack Obama en la presidencia. El cierre se prolongó durante dieciséis días. La principal discrepancia se centra en el DACA, el programa destinado a los jóvenes inmigrantes que la Administración de Donald Trump solo apoyará a cambio de más seguridad fronteriza.
La Cámara de Representantes le había dado el visto bueno a una prórroga que dotaba de financiación al Gobierno solo hasta el 16 de febrero. Para aprobar esa extensión del presupuesto en el Senado los republicanos precisaban de, por lo menos, 60 votos (tienen una mayoría de 51). La votación sobre la prórroga presupuestaria ha acabado con una insuficiente victoria republicana (50-48).
Por este motivo necesitaban a los demócratas, quienes habían condicionado su apoyo a que Donald Trump y los republicanos dieran una solución a los dreamers, los inmigrantes indocumentados que llegaron al país siendo menores de edad. A su vez, Donald Trump pidió al Congreso 18.000 millones de dólares para ampliar el muro con México, rechazado de plano por los demócratas.
Washington, bajo un ambiente de división profundo. Con un presidente incapaz por ahora de abrir una senda de diálogo y de consensos.
Compartir en: