La lucha contra Estado Islámico se traslada del frente militar a Internet

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Detener al próximo terrorista que quiere atentar en Reino Unido, el objetivo de Scotland Yard. Se exige a la vez, por parte del Gobierno de Theresa May, y de las fuerzas de seguridad y los servicios de inteligencia, que las empresas tecnológicas se unan a la lucha antirradicalización.



La Policía británica difunció dos imágenes del terrorista suicida Salman Abedi captadas antes de que cometiera el atentado del pasado lunes en Mánchester. Se pidió a los ciudadanos que aporten información relevante.

En las fotos, que fueron tomadas por cámaras de seguridad en un lugar y a una hora que no se han precisado, aparece el autor, de 22 años, vestido con un anorak sin mangas y una gorra oscuros, con una mochila a la espalda y un pequeño bigote y gafas. La Policía ha pedido a los ciudadanos que se pongan en contacto si pueden aportar datos sobre sus movimientos entre el 18 y el 22 de mayo, el día del ataque.

Abedi, británico de origen libio, detonó un explosivo de fabricación casera en el estadio Manchester Arena a la salida de un concierto de la cantante estadounidense Ariana Grande, que causó 22 muertos, muchos de ellos menores, y 64 heridos.

La Policía interroga actualmente a once sospechosos, entre ellos un hermano del suicida y el padre, y ha registrado una serie de domicilios en Mánchester y su área metropolitana, algunos de ellos pisos en los que había estado Abedi, donde se han hallado materiales que pudo utilizar en la confección de la bomba de clavos.

"La investigación está avanzando y sabemos que uno de los últimos lugares a los que fue Abedi fue un departamento en el centro de la ciudad y desde allí se dirigió al Manchester Arena", dijo la Policía en un comunicado. "El departamento es un lugar importante en el que creemos que pudo haberse llevado a cabo el montaje final para el dispositivo (utilizado para el ataque)", señaló el comunicado.

El Gobierno de Theresa May anunció por su parte que el grado de amenaza terrorista en Reino Unido se ha reducido del máximo de "crítico", impuesto tras el suceso y que implica que un ataque es inminente, a "grave", que significa que hay probabilidad de atentado -de una escala total de cinco-, gracias a los progresos de la investigación.

Los servicios de inteligencia británicos han identificado a 23.000 sospechosos de extremismo residentes en suelo británico como potenciales terroristas. De ellos, se considera que 3.000 suponen una amenaza. Son parte de alguna de las 500 investigaciones abiertas. Los otros 20.000 han aparecido en investigaciones previas, pero se considera que en la actualidad presentan un “riesgo residual”. A este grupo pertenecía Salman Abedi.
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