El hijo mayor de Donald Trump y la mujer del Kremlin, la extraña reunión
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Es una pelea feroz entre la Casa Blanca, el Partido Republicano, el Partido Demócrata y el FBI (Buró Federal de Investigaciones, Federal Bureau of Investigation, la principal rama de investigación criminal del Departamento de Justicia de los Estados Unidos).
El meollo de esta crisis continúa en la posible influencia rusa en la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos. En su primer discurso del Estado de la Unión, Donald Trump mostró contar con el total respaldo de un Partido Republicano rendido definitivamente a su discurso populista.
Donal Trump presiona fuertemente sobre el director del FBI, Christopher Wray. Es el segundo director que tiene el FBI en solo un mes del presidente en la Casa Blanca. El primero, James Comey, fue despedido por Donald Trump al mes de su llegada a la Casa Blanca cuando investigaba la conexión rusa en la carrera presidencial.
Es un momento peligroso de fractura política en Estados Unidos. La mitad del Congreso aplaudió sus éxitos económicos. La otra mitad guardo unj silencio glacial sobre la mezcla de populismo y nacionalismo de un presidente inédito en la Casa Blanca por su forma de comportarse y actuar, su odio a los medios, y su política de agresión dialéctica tanto a nivel doméstico como en la política internacional.
Donald Trump busca ahora asestar un duro golpe al FBI. Es el informe secreto elaborado por los republicanos del Comité de Inteligencia (el informe de Devin Nunes). Acusa al FBI y altos cargos del Departamento de Justicia de manipulación de datos para seguir investigando los vínculos de Donald Trump con el Kremlin.
Donald Trump ataca en el momento en que la investigación del fiscal especial Robert Mueller avanza hacia la declaración del presidente.
En esto momentos la investigación de la trama rusa se centra en la reunión que el hijo mayor de Donald Trump mantuvo en julio de 2016 en Nueva York con una mujer que se presentaba como cercana al Kremlin. Un primer comunicado firmado por Donald júnior mintió sobre esta reunión. El fiscal especial, Robert E. Mueller, quiere averiguar hasta qué punto Donald Trump estuvo involucrado según publicó The New York Times.
El presidente ha contestado con artillería gruesa. Las hostilidades políticas se hallan de nuevo en un momento crítico.
El meollo de esta crisis continúa en la posible influencia rusa en la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos. En su primer discurso del Estado de la Unión, Donald Trump mostró contar con el total respaldo de un Partido Republicano rendido definitivamente a su discurso populista.
Donal Trump presiona fuertemente sobre el director del FBI, Christopher Wray. Es el segundo director que tiene el FBI en solo un mes del presidente en la Casa Blanca. El primero, James Comey, fue despedido por Donald Trump al mes de su llegada a la Casa Blanca cuando investigaba la conexión rusa en la carrera presidencial.
Es un momento peligroso de fractura política en Estados Unidos. La mitad del Congreso aplaudió sus éxitos económicos. La otra mitad guardo unj silencio glacial sobre la mezcla de populismo y nacionalismo de un presidente inédito en la Casa Blanca por su forma de comportarse y actuar, su odio a los medios, y su política de agresión dialéctica tanto a nivel doméstico como en la política internacional.
Donald Trump busca ahora asestar un duro golpe al FBI. Es el informe secreto elaborado por los republicanos del Comité de Inteligencia (el informe de Devin Nunes). Acusa al FBI y altos cargos del Departamento de Justicia de manipulación de datos para seguir investigando los vínculos de Donald Trump con el Kremlin.
Donald Trump ataca en el momento en que la investigación del fiscal especial Robert Mueller avanza hacia la declaración del presidente.
En esto momentos la investigación de la trama rusa se centra en la reunión que el hijo mayor de Donald Trump mantuvo en julio de 2016 en Nueva York con una mujer que se presentaba como cercana al Kremlin. Un primer comunicado firmado por Donald júnior mintió sobre esta reunión. El fiscal especial, Robert E. Mueller, quiere averiguar hasta qué punto Donald Trump estuvo involucrado según publicó The New York Times.
El presidente ha contestado con artillería gruesa. Las hostilidades políticas se hallan de nuevo en un momento crítico.
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