Francisco, la cuestión rohingya en el viaje a Myanmar y Bangladés
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Francisco comprobó las resistencias a un clima de fraternidad tanto por la comunidad budista, los militares e incluso los propios cristianos. Myanmar y Bangladés han sido sin duda etapas importantes en la estrategia del Vaticano de avanzar en la relación con República Popular China. En Myanmar (exBirmania), de mayoría budista, los católicos representan el 4%. En Bangladés, donde el Islam es la religión oficial, no pasan del 0,2%.
En su estancia en Myanmar (su capital es Naipyidó y su ciudad más poblada Rangún, antiguo centro político del país hasta 2005, Francisco se reunió con la premio Nobel de la Paz y Consejera Estatal, Aung San Suu Kyi, y el jefe del Ejército, Min Aung Hlaing.
Francisco aterrizó tras el acuerdo entre Myanmar y Bangladés para acoger a 600.000 rohingya expulsados y otros 200.000 que ya estaban en Bangladés. Un tratado que apoya la República Popular China pero que es vago e impreciso. El Papa tuvo que actuar limitadamente y sólo en Dacca, la capital de Bangladés. pudo verse con una delegación de los rohingya.
No hay que olvidar que Myanmar tiene frontera directa con República Popular China. Para Pekín es un país estratégico (con recursos de petróleo, gas y uranio).
En sus respuestas a los periodistas, regresando a Roma y Ciudad del Vaticano, el Papa sólo quiso hablar de este viaje. Fue cuidadoso a la situación de tensión entre Estados Unidos y Corea del Norte. Evitó referirse personalmente a Donald Trump y Kim Jong-un.
Francisco sabe bien que ha sido criticado por no mencionar por su nombre, en su etapa en Myanmar, a la minoría islámica rohingya. Es en este país sonde fueron reprimidos y obligados al éxodo. Explicó su reunión con el jefe del Ejército.
Reveló que se emocionó muchísimo al reunirse con los rohingyas en un encuentro interreligioso en Dacca. Al Papa se le ve bien de salud. Incluso mejor. Aunque muy triste por el sufrimiento en Argentina ante la desaparición y muerte de los 44 marinos que viajaban en submarino ARA San Juan.
Las respuestas de Francisco
- "Hoy estamos al límite de la licitud de tener y usar las armas nucleares. Con el arsenal nuclear tan sofisticado que hay, nos arriesgamos a la destrucción de la humanidad", dijo Francisco volando desde Dacca a Roma. En el momento de su conferencia de prensa, el avión sobrevolaba India, uno de los nueve países del mundo que tienen la bomba atómica.
- "¿Qué cambió desde que San Juan Pablo II, hace 34 años, dijo que la disuasión nuclear era lícita? Cambió la irracionalidad", afirmó el Papa.
- "Pasaron 34 años de lo de Juan Pablo II a hoy, y en lo nuclear se fue mucho más allá. Hoy estamos al límite. Esto se puede discutir, pero en mi opinión estamos al límite de la licitud de tener y usar las armas nucleares", subrayó.
- "También son capaces de destruir personas, sin tocar estructuras. Pensemos en Hiroshima y Nagasaki, en la destrucción. Y esto también pasa cuando en la energía atómica no se logra tener todo el control. Piensen en los incidentes en Ucrania", señaló.
- "Ya se sabía lo que yo pensaba y lo que decía. Pero para mí lo más importante es que el mensaje llegue. Hay que tratar de decir las cosas paso a paso y escuchar las respuestas para que llegue el mensaje. Por ejemplo, un chico en crisis de adolescencia puede decir lo que piensa, pero cerrando la puerta en las narices. Y el mensaje no llega. A mí me interesaba que el mensaje llegara. Por eso vi que si en el discurso oficial hubiera dicho esa palabra, daba la puerta en las narices. Pero describí las situaciones, los derechos, la ciudadanía, pedí que nadie fuera excluido, para permitirme en los coloquios privados ir más allá", explicó con detalle.
- "Es verdad, no tuve el placer de cerrar la puerta en las narices, de hacer una denuncia. Pero tuve la satisfacción de dialogar, de hacer hablar al otro y el mensaje llegó", señaló.
- "A mí me interesaba el diálogo, eso es más importante que cualquier sospecha. Yo nunca cierro las puertas. Hablando no se pierde nada. Se gana siempre, pero no negocié la verdad", recalcó..
- "¿Qué sentí? En un momento lloraba, pero trataba de que no se viera. Ellos lloraban también", reveló.
Francisco dijo que espera viajar a la India en 2018- "si estoy vivo", puntualizó-. Insistió en su deseo de visitar República Popular China, "potencia mundia". "Se debe ir lentamente, con delicadeza, como se está haciendo. Con paciencia. Las puertas del corazón están abiertas y creo que le hará bien a todos un viaje a China. Me gustaría hacerlo", puntualizó. Es su sueño. El que tenía en Buenos Aires al querer ser misionero. Y hoy mantiene como Papa con toda su fuerza.
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