La enorme incógnita de un voto masivo para Joe Biden o Donald Trump
Un clima de máxima incertidumbre en el momento en que comenzó la cuenta atrás para las críticas elecciones en Estados Unidos. Para analistas, expertos, y encuestas y sondeos, el masivo voto anticipado que se está produciendo (algo inédito) apuntaría a tres elecciones:
1. Un triunfo claro de Joe Biden al filo de la alta madrugada.
2. Un triunfo claro de Donald Trump también al filo de la alta madrugada.
3. Un desenlace final del escrutinio apuntando a empate, escenarios de pugna, reclamaciones y dudas. En esta hipótesis de choque, el desenlace podría llegar a conocerse incluso hasta dentro de un mes.
Más de 92 millones de personas ya emitieron su voto anticipado. El alto número, equivalente a un 67% de la participación total en 2016, refleja un fuerte interés por los comicios, cuando quedan solo 48 horas de campaña. La cifra es récord. Un clima de máxima incertidunbre.
Los datos de U.S. Elections Project de la Universidad de Florida hasta la mañana del domingo indican que ya votó anticipadamente el 66.8% de todos los electores que votaron en 2016, incluidos el voto anticipado y los que votaron el día de la elección hace cuatro años
Según detalló, entre el total de los anticipados (92.038.417), 59 millones fueron por correo y 33 millones en persona.
El proyecto de la universidad, que se ha convertido en referencia para el monitoreo de la votación anticipada, detalla la afiliación política de lo sufragios ya emitidos: 45,7% de votos registrados como demócratas: 30,3%, como republicanos; 0,6% de otros partidos; y 23,4% sin afiliación política.
El presidente Donald Trump vivió el domingo una jornada maratoniana con cinco mítines en estados claves para las elecciones. Su rival demócrata, Joe Biden, centró sus esfuerzos en Pensilvania, otro escenario crucial, a dos días de los comicios.
A sus 74 años y tras cientos de reuniones de campaña, el presidente republicano no muestra ninguna señal de cansancio realizando un recorrido de más de 3.500 km este domingo, que lo llevó a Michigan, Iowa, Carolina del Norte, Georgia y Florida. El lunes también protagonizará cinco mítines en cuatro estados. “Cuatro años más, cuatro años más”, gritaron el sábado sus seguidores reunidos en cuatro ciudades de Pensilvania. En 2016, ganó aquí con muy poca ventaja sobre la demócrata Hillary Clinton.
Al mismo tiempo, el primer presidente negro de Estados Unidos, Barack Obama, alentó a los militantes del demócrata Biden reunidos en autocines en el estado de Michigan. "Todo se juega el martes”, dijo Obama, que llevaba una mascarilla con la palabra “VOTA” y criticó con dureza la gestión de la pandemia por parte de Trump.
Estados Unidos es el país más afectado por la pandemia tanto en número de muertos (230.320) como de casos (9.111.013).
En Michigan, los demócratas esperan lograr que los afroestadounidenses acudan más numerosos a las urnas que en 2016. Hace cuatro años, su escasa participación fue crucial en la victoria de Trump, que se llevó el estado por menos de 11.000 votos de ventaja. Tras su paso por Flint, el tándem Biden-Obama se dirigió a Detroit, el corazón histórico de la industria automovilística estadounidense y una de las grandes ciudades más pobres del país, donde cerca del 80% de la población es afroamericana.
Joe Biden lidera los sondeos más recientes en ese estado por siete puntos de ventaja. Su compañera de fórmula, Kamala Harris, estuvo el sábado en Florida para animar a los electores a votar de forma anticipada. Enfrente, la primera dama, Melania Trump, hizo campaña en Wisconsin, y el vicepresidente, Mike Pence, estuvo en Carolina del Norte, donde las encuestas anticipan una lucha codo con codo de Biden y Trump.
Los analistas insisten. Nada está decidido. Todo está dramáticamente abierto.