Donald Tusk y Boris Johnson, el escenario de choque que alarma
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Boris Johnson ha asegurado en Berlín y París que el Reino Unido saldrá el 31 de octubre de la Unión Europea. Y ha subrayado además que tomará esta decisión con acuerdo o sin pacto.
El Brexit es asunto destacado en las orillas de la cumbre del G7 en Biarritz, Pero podría pasar a primer plano y convertirse en asunto sin control si Donald Trump cierra filas con Boris Johnson y decide atacar a la Unión Europea. Ya nada se puede descartar.
En Biarritz no estará el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, por su reciente operación de vesicula. Donald Tusk, como presidente del Consejo Europeo, asumirá toda la representación de la Unión Europea en el momento crucial.
Donald Tusk quiere escuchar con atención a Boris Johnson. Espera además un plan concreto y no planes de nuevas negociaciones.
Momento peligroso. Boris Johnson quiere reabrir el acuerdo negociado durante dos años con Theresa May para suprimir la salvaguarda irlandesa. El mecanismo, que permitiría mantener abierta tras el Brexit la frontera entre Irlanda del Norte, parte del Reino Unido, y la República de Irlanda, miembro de la Unión Europea, aparece como la cuestión verdaderamente clave.
Las posiciones están enfrentadas en una cuestión que es política y económica.
a) Para Johnson, el backstop atenta contra la soberanía británica.
b) Para la Comisión Europea, resulta imprescindible para evitar el regreso de una frontera física entre las dos Irlandas que pondría en peligro los acuerdos de paz del Viernes Santo.
Atención al aumento de la tensión. El presidente del Consejo Europeo acusó al primer ministro británico de promover el regreso de una frontera dura en Irlanda. Johnson está obligado a enseñar sus cartas en Biarritz y avanzar su plan. Si el 10 de Downing Street no es leal en esta cuestión con la Unión Europea, se va a avanzar hacia un choque de enorme gravedad.
¿Puede abrirse un Brexit salvaje? Definitivamente sí. La respuesta es afirmativa y el escenario se sitúa en el 1 de noviembre. El Brexit es asunto destacado en las orillas de la cumbre del G7 en Biarritz, Pero podría pasar a primer plano y convertirse en asunto sin control si Donald Trump cierra filas con Boris Johnson y decide atacar a la Unión Europea. Ya nada se puede descartar.
En Biarritz no estará el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, por su reciente operación de vesicula. Donald Tusk, como presidente del Consejo Europeo, asumirá toda la representación de la Unión Europea en el momento crucial.
Donald Tusk quiere escuchar con atención a Boris Johnson. Espera además un plan concreto y no planes de nuevas negociaciones.
Momento peligroso. Boris Johnson quiere reabrir el acuerdo negociado durante dos años con Theresa May para suprimir la salvaguarda irlandesa. El mecanismo, que permitiría mantener abierta tras el Brexit la frontera entre Irlanda del Norte, parte del Reino Unido, y la República de Irlanda, miembro de la Unión Europea, aparece como la cuestión verdaderamente clave.
Las posiciones están enfrentadas en una cuestión que es política y económica.
a) Para Johnson, el backstop atenta contra la soberanía británica.
b) Para la Comisión Europea, resulta imprescindible para evitar el regreso de una frontera física entre las dos Irlandas que pondría en peligro los acuerdos de paz del Viernes Santo.
Atención al aumento de la tensión. El presidente del Consejo Europeo acusó al primer ministro británico de promover el regreso de una frontera dura en Irlanda. Johnson está obligado a enseñar sus cartas en Biarritz y avanzar su plan. Si el 10 de Downing Street no es leal en esta cuestión con la Unión Europea, se va a avanzar hacia un choque de enorme gravedad.
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