Donald Trump teme el avance del FBI sobre el marido de Ivanka, Jared Kushner
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Los trabajos del FBI sobre la trama rusa - la investigación sobre los lazos de su entorno con Rusia- llegaron a su núcleo político y familiar, Jared Kushner, el yernísimo, y uno de sus principales asesores.
Al regreso de su primera gira exterior -que supuso un megacontrato de venta de armas en Arabia Saudí pero no una nueva relación con Europa- se encontró de bruces con un escándalo que crece en el cuarto mes de su Presidencia. Kushner está en el centro de la investigación del FBI por sus reuniones con el embajador ruso en Washington, Sergéi Kislyak. Kushner habría propuesto a Kislyak crear un canal secreto y seguro de comunicación entre el equipo del presidente electo y el Gobierno de Vladímir Putin.
A su regreso a Washington, Donald Trump volvió con sus tuits incendiarios atacando a los medios. "Mi opinión es que muchas fugas son mentiras fabricadas por los medios, 'fake news' (falsas noticias)", tuiteó. Cada vez que los medios mencionan fuentes anónimas "es muy posible que no existan fuentes, sino que son inventadas por los periodistas, 'fake news'", sentenció, Esos medios "no quieren que Estados Unidos escuche la verdadera historia", añadió después en un nuevo tuit.
Sin embargo las agencias de inteligencia de Estados Unidos están convencidas de que Rusia intentó influir en las elecciones en perjuicio de la candidata demócrata Hillary Clinton, sobre todo pirateando correos electrónicos de su director de campaña. El FBI y dos comisiones del Congreso investigan ahora para determinar si el entorno de Donald Trump se puso de acuerdo con Moscú para hacerlo.
Según The New York Times y The Washington Post, la Casa Blanca piensa crear una célula de crisis sobre la trama rusa, como la que había formado Bill Clinton para enfrentar la investigación sobre su relación con Monica Lewinsky.
Los trabajos del FBI están ahora dirigida por un investigador independiente, Robert Mueller. El escenario podría complicarse aún más con el testimonio del exdirector del FBI despedido por Donald Trump, James Comey, ante el Congreso. Conservó notas de sus reuniones con el presidente en las que registró, según la prensa, una conversación en la que Donald Trump le pedía que detuviera la investigación sobre el general Michael Flynn.
De regreso a Washington, a corto plazo, Donald Trump está más ocupado que nunca en levantar el muro de su propia seguridad política en torno a la Casa Blanca.
Al regreso de su primera gira exterior -que supuso un megacontrato de venta de armas en Arabia Saudí pero no una nueva relación con Europa- se encontró de bruces con un escándalo que crece en el cuarto mes de su Presidencia. Kushner está en el centro de la investigación del FBI por sus reuniones con el embajador ruso en Washington, Sergéi Kislyak. Kushner habría propuesto a Kislyak crear un canal secreto y seguro de comunicación entre el equipo del presidente electo y el Gobierno de Vladímir Putin.
A su regreso a Washington, Donald Trump volvió con sus tuits incendiarios atacando a los medios. "Mi opinión es que muchas fugas son mentiras fabricadas por los medios, 'fake news' (falsas noticias)", tuiteó. Cada vez que los medios mencionan fuentes anónimas "es muy posible que no existan fuentes, sino que son inventadas por los periodistas, 'fake news'", sentenció, Esos medios "no quieren que Estados Unidos escuche la verdadera historia", añadió después en un nuevo tuit.
Sin embargo las agencias de inteligencia de Estados Unidos están convencidas de que Rusia intentó influir en las elecciones en perjuicio de la candidata demócrata Hillary Clinton, sobre todo pirateando correos electrónicos de su director de campaña. El FBI y dos comisiones del Congreso investigan ahora para determinar si el entorno de Donald Trump se puso de acuerdo con Moscú para hacerlo.
Según The New York Times y The Washington Post, la Casa Blanca piensa crear una célula de crisis sobre la trama rusa, como la que había formado Bill Clinton para enfrentar la investigación sobre su relación con Monica Lewinsky.
Los trabajos del FBI están ahora dirigida por un investigador independiente, Robert Mueller. El escenario podría complicarse aún más con el testimonio del exdirector del FBI despedido por Donald Trump, James Comey, ante el Congreso. Conservó notas de sus reuniones con el presidente en las que registró, según la prensa, una conversación en la que Donald Trump le pedía que detuviera la investigación sobre el general Michael Flynn.
De regreso a Washington, a corto plazo, Donald Trump está más ocupado que nunca en levantar el muro de su propia seguridad política en torno a la Casa Blanca.
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