Diez exsecretarios de Defensa advierten a Trump de la gravedad de su osadía

Se está viviendo el momento de caos político, traición y conspiración más grave y peligroso al acabar el mandato de Donald Trump. El presidente sabía que su derrota sería inevitable. Pero preparó el Plan Victoria.

No está dispuesto a reconocer a Joe Biden ni abandonar la Casa Blanca. La revelación de una llamada explosiva ha convertido al presidente en la amenaza geopolítica más grave en estos momentos para la democracia de Estados Unidos y el sistema.

Un ejemplo elocuente del peligro que representan tanto e la extrema ezquierda como la extrema derecha (en este caso). Su última iniciativa. una explosiva conversación grabada, causó estupor entre el Partido Republicano y el Partido Denócrata, 

Una carta firmada por los 10 exsecretarios de Defensa y publicada en The Washington Post, advirtió a Trump que involucrar al Ejército en una disputa electoral sería cruzar a un territorio peligroso.

Trump sigue anclado en sus teorías conspirativas, y en la agitación en Twitter intimidando a cargos públicos para que cambien el resultado de las urnas. En una conversación, de una hora de duración, Trump trata de convencer al secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, autoridad electoral, de que se han producido múltiples irregularidades en su territorio, algo descartado por la justicia y por las autoridades tras varias revisiones.

En un momento de desesperación, directamente le apremia para que “encuentre” los “11.780” votos con los que cambiaría el vencedor de dicho Estado. Ni 11.779, ni 11.781, sino esos 11.780. Raffensperger, republicano como Trump, se mantiene firme y señala que el presidente se equivoca, que el escrutinio es correcto. El presidente, impacientándose, advierte al funcionario de que puede incurrir en un delito si no toma medidas.

El abogado principal de la campaña de Biden, Bob Bauer, consideró que la grabación “refleja toda esta vergonzosa historia del asalto de Donald Trump a la democracia de Estados Unidos”. Varios analistas consideraron que lo dicho por Trump constituye material suficiente para juzgar al mandatario (otro impeachment) por violar la ley federal que prohíbe interferir en las elecciones nacionales o estatales.