Boris Johnson no descarta un segundo confinamiento nacional de Reino Unido
Compartir en:
Boris Johnson tiene ahora miedo del efecto dramático del coronavirus, la enfermedad de la COVID-19, y sus efectos destructivos en todas las direcciones. El ministro de Exteriores, Dominic Raab, confirmó que está sobre la mesa de los debates la posibilidad de un segundo confinamiento total, a nivel nacional, de Reino Unido.
Nuevas medidas en Reino Unido para frenar la segunda ola del coronavirus como el uso obligatorio de mascarillas en bares, restaurantes y tiendas minoristas. Se reforzarán las multas para quienes no cumplan con las reglas de seguridad.
"Siempre hemos dicho que tenemos una serie de medidas listas para aplicarse. Creo que no habría que especular sobre qué más podemos hacer. Pero la realidad es que serán más intrusivas o podríamos terminar en un confinamiento nacional. Eso es lo que queremos evitar", ha dicho el titular de Exteriores a la cadena Sky News.
"Si todo el mundo cumple con las reglas", entonces no será necesario un confinamiento nacional para la Navidad, algo que supondría "un impacto para la sociedad y las familias y también el daño para los negocios", ha añadido. Raab defendió las nuevas restricciones al calificarlas de "equilibradas" y "proporcionadas".
Los asesores científicos del Gobierno han alertado de que el país puede alcanzar 50.000 contagios diarios de COVID-19 a mediados de octubre si no se dan pasos concretos para frenar las infecciones. Reino Unido ha registrado casi 5.000 nuevos casos de coronavirus en la última jornada, el pico en el número de positivos detectados en el país desde el pasado 7 de mayo.
Boris Johnson, en un discurso a la nación, subrayó la solemnidad del momento preparando al país para un invierno de restricciones. Aseguró que si los ciudadanos no respetan las normas deberá endurecer las medidas contra la pandemia.
Aludió a las nuevas reglas lanzadas por su Gobierno, cuyo incumplimiento estará castigado con multas de hasta 10.000 libras (10.878 euros). Pero sobre todo trató de mentalizar a sus compatriotas de que esperan meses duros al menos hasta primavera.
"A menos que actuemos, el riesgo es que tengamos que recurrir a medidas más duras después, cuando las muertes ya hayan aumentado y tengamos una cantidad de infecciones como en la pasada primavera", advirtió.
Recalcó que se reserva "el derecho a ir más lejos" si no se cumplen las reglas, e invocó el fantasma de un nuevo confinamiento nacional, que "no solo amenazaría los puestos de trabajo, sino también el cariñoso contacto humano del que todos dependemos".
Las principales medidas implantadas por el Gobierno van desde el cierre de bares y restaurantes a las diez de la noche hasta la recomendación de que todo aquel que pueda hacerlo trabaje desde casa. También se impondrá una multa de 200 libras (216 euros) a quienes no lleven mascarillas donde sea requerido, como comercios o transporte público.
El primer ministro ha elegido por el momento la vía intermedia entre los consejos de los halcones de su gabinete -como el ministro de Economía, Rishi Sunak-, partidarios de limitar al máximo las restricciones para no dañar la economía, y las propuestas de las palomas, que propugnan un confinamiento de dos semanas para atajar la expansión de la pandemia.
Nuevas medidas en Reino Unido para frenar la segunda ola del coronavirus como el uso obligatorio de mascarillas en bares, restaurantes y tiendas minoristas. Se reforzarán las multas para quienes no cumplan con las reglas de seguridad.
"Siempre hemos dicho que tenemos una serie de medidas listas para aplicarse. Creo que no habría que especular sobre qué más podemos hacer. Pero la realidad es que serán más intrusivas o podríamos terminar en un confinamiento nacional. Eso es lo que queremos evitar", ha dicho el titular de Exteriores a la cadena Sky News.
"Si todo el mundo cumple con las reglas", entonces no será necesario un confinamiento nacional para la Navidad, algo que supondría "un impacto para la sociedad y las familias y también el daño para los negocios", ha añadido. Raab defendió las nuevas restricciones al calificarlas de "equilibradas" y "proporcionadas".
Los asesores científicos del Gobierno han alertado de que el país puede alcanzar 50.000 contagios diarios de COVID-19 a mediados de octubre si no se dan pasos concretos para frenar las infecciones. Reino Unido ha registrado casi 5.000 nuevos casos de coronavirus en la última jornada, el pico en el número de positivos detectados en el país desde el pasado 7 de mayo.
Boris Johnson, en un discurso a la nación, subrayó la solemnidad del momento preparando al país para un invierno de restricciones. Aseguró que si los ciudadanos no respetan las normas deberá endurecer las medidas contra la pandemia.
Aludió a las nuevas reglas lanzadas por su Gobierno, cuyo incumplimiento estará castigado con multas de hasta 10.000 libras (10.878 euros). Pero sobre todo trató de mentalizar a sus compatriotas de que esperan meses duros al menos hasta primavera.
"A menos que actuemos, el riesgo es que tengamos que recurrir a medidas más duras después, cuando las muertes ya hayan aumentado y tengamos una cantidad de infecciones como en la pasada primavera", advirtió.
Recalcó que se reserva "el derecho a ir más lejos" si no se cumplen las reglas, e invocó el fantasma de un nuevo confinamiento nacional, que "no solo amenazaría los puestos de trabajo, sino también el cariñoso contacto humano del que todos dependemos".
Las principales medidas implantadas por el Gobierno van desde el cierre de bares y restaurantes a las diez de la noche hasta la recomendación de que todo aquel que pueda hacerlo trabaje desde casa. También se impondrá una multa de 200 libras (216 euros) a quienes no lleven mascarillas donde sea requerido, como comercios o transporte público.
El primer ministro ha elegido por el momento la vía intermedia entre los consejos de los halcones de su gabinete -como el ministro de Economía, Rishi Sunak-, partidarios de limitar al máximo las restricciones para no dañar la economía, y las propuestas de las palomas, que propugnan un confinamiento de dos semanas para atajar la expansión de la pandemia.
Compartir en: