Biden ganó el primer cara a cara en una insólita pelea en el fango y los insultos
Fue desde el comienzo, el primer cara a cara de la campaña, un duelo en el barro. En el sondeo de la CNN, Joe Biden ganó esta insólita pelea en el fango y los insultos por un 60% frente a un 28%. Otras encuestas son aún más interesantes. En la de la CBS, un 38% mejoró su opinión sobre Joe Biden. En cambio un 42% empeoró su visión sobre el presidente, su personalidad, su gestión y su manera de comportarse en un cara a cara que es el pilar de las campañas electorales y un termómetro de la democracia de Estados Unidos.
Sin duda apareció el peor Donald Trump. Los analistas sin emnargo son muy cautos. Las encuestas de CNN y CBS apuntan a una victoria clara de Joe Biden. Pero la verdadera clave estará en mover a los pocos indecisos dentro de Estados en juego que son vitales en el escrutinio de la noche electoral.
El candidato demócrata Joe Biden se enfrentó al presidente Donald Trump en el primer debate y lo increpó diciéndole “¿Te vas a callar?”, en un intercambio caótico, lleno de insultos, marcado por las interrupciones de Donald Trump en el que abordaron la pandemia, la economía y la integridad del proceso electoral.
A 35 días de las elecciones, el choque televisivo en Cleveland reflejó la crispación y la profunda división que se vive en Estados Unidos y debido a la COVID-19 ni siquiera hubo un apretón de manos cuando Donald Trump y Joe Biden subieron al escenario.
Durante 90 minutos de debate, Trump interrumpió constantemente a Biden y lo corrigió varias veces. Incluso el moderador Chris Wallace le pidió que dejara hablar a su oponente ante lo que Trump increpó al periodista: “Parece que estoy debatiendo contigo, no con él”.
Ya irritado ante las interrupciones Biden le espetó: “¿Te vas a callar, hombre?”, pero Trump siguió con su táctica orientada a desestabilizar a su oponente, que era tartamudo de niño y a veces se traba brevemente al hablar.
Trump acusó a Biden de ser “socialista”. Pero el candidato demócrata desestimó sus ataques afirmando que “todo el mundo sabe” que Trump “es un mentiroso”.
Antes del comienzo del debate la campaña de Trump acusó a Biden, representante del ala moderada del Partido Demócrata, de ser títere de la “izquierda radical”. El moderador, un reputado periodista de la cadena conservadora Fox News, intentó en vano frenar las interrupciones de Trump, que llegó al debate con una estratega de ataque en tromba y lluvia de golpes para recuperar terreno en las encuestas. Pero la estrategia puede volverse contra él.
La congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez, de origen puertorriqueño, criticó la actuación del moderador y afirmó que alguien debería llamar al “chacal de la trompeta”, en referencia a un personaje del programa Sábado Gigante, visto durante años en toda América Latina, que marcaba el final del tiempo de palabra.
Biden criticó la gestión de Trump de la crisis de la COVID-19: "¿Cuántos de ustedes se levantaron esta mañana y tenían una silla vacía en la cocina porque alguien murió de COVID-19?”, apuntó. “Mucha gente ha muerto y muchos más van a morir salvo que él se vuelva mucho más inteligente, mucho más rápido”, advirtió. Trump respondió tajante: “No hay nada inteligente en ti”. Ante las continuas interrupciones, Biden se quejó, “Es difícil hablar con este payaso, perdón, esta persona”, sentenció con firmeza.
El debate se celebró en Ohio, uno de los estados que cambian su preferencia de una elección a otra y que Trump logró ganar en 2016. Ahora, Biden encabeza las encuestas en este bastión con un 49% de las preferencias, frente a 45,7% de Trump.
En el debate, Trump defendió su rápido nombramiento en el Tribunal Supremo tras la muerte de la jueza liberal Ruth Bader Ginsburg con una magistrada conservadora. “Nosotros ganamos la elección, las elecciones tienen consecuencias”, dijo Trump en referencia a la indignación de los demócratas frente al nombramiento de Amy Coney Barrett que puede dejar el Tribunal Supremo en claro control de los conservadores durante décadas.
Todo es incierto y delicado. Pero nadie puede negar la bomba que cayó sobre el Partido Republicano con las revelaciones del diario The New York Times de que Trump pagó sólo 750 dólares en impuestos federales en 2016, el año que ganó la presidencia.
Biden antes del debate publicó documentos que indican que pagó casi 300.000 dólares en impuestos el año pasado. Trump insistió en el debate en que pagó “millones” de dólares de impuestos. Pero atención a este flanco que podría ser el más dañino e inesperado para el presidente.